El terrorismo contemporáneo surge a partir de una nueva configuración de modelos ideológicos, religiosos, políticos, culturales y económicos, distintos a los clásicos que predominaban durante la Guerra Fría; además, nace del descontento en algunas naciones de Europa, Medio Oriente, Latinoamérica y Asía, que se genera a raíz del sometimiento a estrategias políticas, económicas y militares de las potencias dominantes; y, aunado a lo anterior, de las ideologías radicales, tanto religiosas como morales[1].